¿Qué es la onicofagia?
La
onicofagia es el hábito compulsivo de comerse las uñas. Es un
hábito nervioso igual que lo son chuparse el pulgar, meterse el dedo en la
nariz o enroscarse el pelo. Se trata de un hábito que la persona realiza de
manera inconsciente.
Primer paso:
Es necesario
observar en qué situaciones el niño se muerde las uñas.
Si
conseguimos definir la causa, será mucho más fácil eliminar el hábito.
Posibles causas…
• El niño vive
situaciones de tensión o frustración.
• Reacción
ante algún miedo.
• Inestabilidad
en el ámbito familiar.
• Manía
asociada a una actividad concreta (Por ejemplo, mientras ve la tv).
• Aburrimiento
o cansancio.
• Por
imitación
¿Cómo actuar?
• Si se trata de una manera
de focalizar la ansiedad, tensión o frustración: Las técnicas
de relajación pueden ser beneficiosas para disminuir el estrés, o fortaleciendo
su autoestima.
• Es una manía asociada a una actividad concreta o aburrimiento: Lo mejor,
en este caso, es que el niño sea consciente de aquellos momentos en que se
muerde las uñas y aplique una conducta incompatible siempre que esté en esa
situación. Por ejemplo, manipular algún pequeño objeto o entrelazar los dedos
de las manos.
• Por imitación de alguno de sus padres: Hay que tratar de no realizar esta conducta
delante del niño, especialmente cuando éste es muy pequeño.
Mas fácil con tu ayuda
• Explícale que le perjudica: Se hace
daño, provoca heridas e infecciones en los dedos... Lógicamente, hay que
adaptar la explicación a la edad del pequeño. Para un niño muy pequeño puede
ser más efectivo hacerle ver que así no puede despegar las pegatinas de sus
cuentos.
• Haz que se dé cuenta: Debes
alertarle cuando esté haciéndolo para que sea consciente, no como reproche.
• Felicítale por sus avances: Por el
contrario, el castigo o la burla aumentan el problema ya que favorecen la
ansiedad.
• Pacta un premio para cuando le hayan
crecido las uñas: Puede ser una buena motivación cuando se trata de una conducta muy
arraigada.
Según María José Zoilo (psicóloga clínica): "Lo
más adecuado cuando son muy pequeños es desviar su atención e intentar
sustituirle el placer que encuentran en mordisquearse las uñas ofreciéndoles
otra cosa de su interés"
No olvides
- No hablarle a toda hora sobre su conducta. Eso
podrá dejarle más nervioso y el problema se agravará.
- El untar
los dedos con una sustancia de mal sabor sería una medida útil, pero primero
intenta convencer a tu hijo a que es una actitud necesaria para que él no se
haga más daño.
- Si ves que
el problema aumenta, y que existe ya un descontrol visible, puede ser
conveniente el consejo y la ayuda de un psicólogo
Debes tener en cuenta : Se cree a veces que luchar contra la
onicofagia con un barniz de gusto amargo es bueno. Sin embargo, no hay estudios
concretos y fiables en niños sobre los factores significativos de toxicidad de
estos productos y por lo tanto, es un error a menudo. Suelen pelar el barniz
con los dientes, se lo tragan y se acostumbran a este sabor amargo, olvidando
lo nocivo y peligroso que puede resultar lo tragado, para la salud.
Nota final: Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden impactarse en
la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y
pasar al árbol bronquial favoreciendo sobre infecciones o diversas
complicaciones en el tejido pulmonar. Pero lo más habitual es que pasen al tubo
digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la
imposibilidad de digerir el resto ungueal.
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